

Las organizaciones periodísticas signatarias emitieron un comunicado sobre las acciones tomadas contra el sitio AntiFake.am. A continuación lo presentamos. «Ayer, 13 de noviembre, los oficiales del NSS (Servicios de Seguridad Nacional) arrestaron a los coautores y presentadores del podcast del sitio AntiFake.am, «Imnimimi», Vazgen Saghatelyan y Narek Samsonyan. Más tarde, por orden judicial, fueron puestos en prisión preventiva por dos meses. La razón son los insultos y comentarios ofensivos que expresaron hacia el primer ministro Nikol Pashinyan, el presidente de la Asamblea Nacional Alen Simonyan y otros representantes del gobierno en dos episodios del podcast tras la entrevista del 7 de noviembre con Serzh Sargsyan, tercer presidente de Armenia. La acusación se inició basándose en un informe de Alen Simonyan. Según el Comité de Investigaciones, el caso se abrió conforme a la Parte 2, Inciso 1 y a la Parte 3 del Artículo 297 del Código Penal (hooliganismo cometido por un grupo que utiliza tecnologías de la información y las comunicaciones). Los coautores del podcast «Imnimimi», Narek Samsonyan y Vazgen Saghatelyan, quedaron detenidos en prisión preventiva por dos meses. Ese mismo día, el NSS llevó a cabo una búsqueda en la oficina de AntiFake.am, incautó el equipo de edición y luego arrestó al periodista Davit Fidanyan por obstrucción a la justicia. Hoy, 14 de noviembre, las autoridades también detuvieron al empleado de AntiFake.am Ishkhan Khosrovyan, quien fue liberado a las pocas horas. Nosotros, las organizaciones periodísticas signatarias, consideramos inaceptable el uso de esta fuerza desproporcionada y de una presión bruta por parte de las autoridades, manifestada a través de acciones espectaculares que involucraron al NSS, y que no guardan relación directa con la cuestión central: el arresto de otros empleados de AntiFake.am y la incautación de todo el equipo de edición, lo que interrumpe las actividades de la plataforma de oposición. Estas acciones son condenables y contrarias a un estado que aspira a la democracia. Al mismo tiempo, rechazamos y condenamos de manera fundamental los insultos y el lenguaje soez en el espacio público, especialmente en las redes sociales y en los medios. Este pernicioso fenómeno, ampliamente difundido, que a menudo queda sin castigo, profundiza la división y la polarización social, y siembra intolerancia y desfachatez. Indudablemente, los insultos y el lenguaje soez, el discurso de odio y las amenazas deben recibir una valoración legal. Son incompatibles con las normas básicas del discurso público. A la luz de los hechos anteriores y de su resonancia pública, exigimos: - De las fuerzas del orden para evitar enfoques selectivos al responsabilizar a individuos por insultos y lenguaje soez, y para realizar la investigación de manera integral y objetiva, informando regularmente al público sobre su progreso y resultados; - De las autoridades y de todas las fuerzas políticas, incluidas las medios asociados a ellas, abstenerse de lenguaje que cruce los límites de la decencia y de insultos en el discurso público, y mostrar mayor tolerancia y contención al tratar temas de interés público. Firmantes: Comité para la Protección de la Libertad de Expresión Club de Prensa de Ereván Centro de Iniciativas de Medios Club de Periodistas Asparez Transparencia Internacional Armenia Club de Periodismo Público ONG Periodistas para el Futuro ONG Periodistas por los Derechos Humanos