

Las acciones de Berkshire Hathaway (NYSE: BRK.A, BRK.B) han caído con fuerza desde que el director ejecutivo Warren Buffett anunció su decisión de retirarse, quedando muy por debajo del rendimiento del mercado en general. Hasta el cierre de la edición, la acción BRK cotizaba alrededor de 490 dólares, con una caída de más del 8% desde principios de mayo, mientras el S&P 500 ha ganado aproximadamente un 18%. La brecha de casi 28 puntos porcentuales destaca el cambio en el sentimiento hacia el conglomerado desde que Buffett reveló sus planes de sucesión. El legendario inversor confirmó durante la junta anual de accionistas de Berkshire, el 3 de mayo, que se retirará como director ejecutivo a finales de 2025, entregando las riendas al vicepresidente del consejo Greg Abel. Buffett, de 94 años, expresó plena confianza en el liderazgo de Abel, insistiendo en que las perspectivas de la empresa son «mejor bajo Greg que bajo mí». Sin embargo, los mercados han reaccionado con escepticismo. Las acciones de Berkshire han quedado constantemente por detrás del S&P 500 desde el anuncio, con la brecha ampliándose en octubre a medida que los inversionistas reevaluaban la valoración de la empresa y sus perspectivas de crecimiento. ¿Fin de la prima de Buffett? Los analistas atribuyen gran parte de la debilidad al desvanecimiento de la «prima Buffett», el impulso de larga data en el precio de las acciones de Berkshire ligado a la reputación inigualable de Buffett como inversor. Durante más de seis décadas, la habilidad de Buffett para asignar el capital y su enfoque disciplinado convirtieron a Berkshire en una potencia de un billón de dólares. Pero con su salida a la vista, los inversionistas se cuestionan si esa trayectoria puede continuar sin él al frente. Más allá de la percepción del mercado, también pesan sobre las acciones los desafíos estructurales. El tamaño masivo de Berkshire y sus reservas de efectivo hacen cada vez más difícil encontrar adquisiciones lo suficientemente grandes para impulsar el crecimiento, mientras que su fuerte exposición a seguros, servicios públicos y ferrocarriles la ha dejado rezagada respecto al repunte impulsado por la tecnología que impulsa el resto del mercado estadounidense. Aun así, la presencia continua de Buffett como presidente del consejo ofrece un grado de estabilidad. Imagen destacada de Shutterstock