

Uno de los impactos más importantes del cierre del gobierno está a punto de golpear duramente a decenas de millones de los estadounidenses más pobres: la interrupción de un programa crítico de asistencia alimentaria. Varios estados advierten ahora que se verán obligados a suspender los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) a partir del 1 de noviembre si el cierre continúa. SNAP, a menudo conocido como cupones de alimentos, atiende a aproximadamente 42 millones de estadounidenses de bajos ingresos. El programa, administrado por el Servicio de Alimentos y Nutrición del USDA, emite beneficios electrónicos que se pueden usar como efectivo para comprar alimentos. Texas advierte ahora a sus millones de beneficiarios que todos los beneficios de SNAP de noviembre se suspenderán si el cierre continúa más allá del 27 de octubre. Las autoridades de Pensilvania dicen que tampoco podrán distribuir beneficios de SNAP si el cierre, que ya lleva 21 días, continúa. Una alerta en el sitio web del Departamento de Servicios Humanos del estado señala que, debido a que los republicanos en Washington D.C. no lograron aprobar un presupuesto federal, lo que provocó el cierre del gobierno federal, no se podrán pagar los beneficios SNAP de noviembre de 2025. Otros estados como Minnesota y Nueva York están emitiendo advertencias similares, diciendo que los beneficios están en riesgo o podrían retrasarse si el cierre continúa. SNAP ha sido financiado tradicionalmente en su totalidad por fondos federales, pero es administrado por los estados. Eso significa que el impacto del cierre en SNAP y cuándo los beneficios dejarán de fluir variará de un estado a otro. A principios de este mes, el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños, conocido como WIC, recibió 300 millones de dólares para ayudar a apoyar el programa durante el cierre. La Casa Blanca dijo que utilizaría ingresos por aranceles para pagar los beneficios de WIC, que ayudan a más de 6 millones de madres de bajos ingresos, niños pequeños y futuros padres a obtener alimentos nutritivos. Georgia Machell, directora ejecutiva de la National WIC Association, declaró que se dan la bienvenida a los esfuerzos para mantener a WIC a flote durante el cierre, pero las familias necesitan estabilidad a largo plazo, no incertidumbre a corto plazo. Todavía no se sabe cuánta financiación aporta esta medida, con qué rapidez la recibirán los estados ni cuánto tiempo sostendrá sus operaciones, y no hay sustituto para que el Congreso haga su trabajo. En una carta a las autoridades sanitarias estatales a principios de este mes, Ronald Ward, director interino de SNAP, advirtió que si continúa la actual demora en la asignación de fondos no habrá fondos suficientes para pagar la totalidad de los beneficios SNAP de noviembre para aproximadamente 42 millones de personas en todo el país. Esto ya ha sido unos meses tumultuosos para SNAP. La megapropuesta de ley del presidente Donald Trump ya ha recortado el programa en unos 186 mil millones de dólares en 10 años.