News - El partido gobernante de Japón ha elegido a Sanae Takaichi como su nueva jefa, probablemente la primera mujer en ser primera ministra.

El partido gobernante de Japón eligió el sábado a Sanae Takaichi, ex ministra de Seguridad Económica, como su nueva líder; es una ultraconservadora de línea dura y defensora de una postura firme frente a China, lo que la convierte en la probable primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Japón. En un país que ocupa puestos bajos a nivel internacional en cuanto a igualdad de género, la Takaichi, de 64 años, hace historia al convertirse en la primera mujer en encabezar al Liberal Democratic Party, conservador y que ha gobernado Japón durante mucho tiempo. Takaichi es una de las dirigentes más conservadoras del partido, dominado por hombres. Antigua admiradora de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, Takaichi es protegida de la visión ultraconservadora del ex primer ministro Shinzo Abe y una asidua visitante del Santuario Yasukuni, visto como un símbolo del militarismo japonés durante la guerra, lo que podría complicar las relaciones de Tokio con sus vecinos asiáticos. Takaichi derrotó al ministro de Agricultura Shinjiro Koizumi, hijo del popular ex primer ministro Junichiro Koizumi, en una segunda vuelta en la votación del LDP el sábado. Takaichi sucede al primer ministro Shigeru Ishiba, mientras el partido espera recuperar el apoyo público y mantenerse en el poder tras grandes derrotas electorales. Es probable que sea la próxima primera ministra de Japón porque el partido continúa siendo, con diferencia, el más grande de la Cámara Baja, que determina al líder nacional, y porque los grupos de la oposición están muy fragmentados. Takaichi espera fortalecer la alianza entre Estados Unidos y Japón. Dijo que trabajaría de inmediato para frenar el aumento de precios, al tiempo que se enfoca en los desafíos diplomáticos y de seguridad. Se espera una votación parlamentaria a mediados de octubre. El LDP, que ha sido criticado por los líderes de la oposición por crear un prolongado vacío político, dijo que Takaichi debe apresurarse porque la ganadora pronto enfrentará una prueba diplomática: una posible cumbre con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien podría exigir que Japón incremente su gasto en defensa. Se informó que se planifica una reunión para finales de octubre. Trump viajará a la cumbre de la APEC en Corea del Sur a partir del 31 de octubre. Takaichi dijo que el objetivo es reforzar la alianza entre Japón y Estados Unidos como una prioridad diplomática principal. También subrayó la cooperación a través de marcos de cooperación trilaterales que incluyen a socios regionales como Corea del Sur, Australia y Filipinas, y se comprometió a un papel japonés mayor para lograr un Indo-Pacífico libre y abierto. Dijo que respeta todos los aranceles y acuerdos de inversión suscritos entre Tokio y Washington bajo el gobierno de Ishiba. Takaichi enfrenta desafíos internos. El LDP, cuyas derrotas consecutivas en las elecciones parlamentarias del último año lo han dejado en minoría en ambas cámaras, necesita a su nuevo líder para restablecer rápidamente la confianza de los votantes y la estabilidad, y para abordar desafíos en casa y en el extranjero. Takaichi también necesitará la cooperación de los grupos de oposición clave para implementar las políticas de su partido. Ishiba, quien logró un acuerdo arancelario del 15% con Washington y puso las relaciones de Japón con Corea del Sur y otros países asiáticos en marcha durante su año en el cargo, dijo que espera que el LDP se una bajo el nuevo presidente del partido para servir al país, a su gente y al mundo en la nueva era. Ishiba, un centrista conocido como el archienemigo de Abe, fue prácticamente obligado a renunciar por las corrientes ultraconservadoras dentro del partido. Cinco candidatos, dos en funciones y tres ex ministros, competían por la presidencia del LDP. La votación del sábado involucró a 295 legisladores del LDP y cerca de 1 millón de miembros con cuota, lo que representa apenas alrededor del 1% del público japonés. La selección de Takaichi sobre Koizumi, más centrista-liberal, subrayó la esperanza del partido de recuperar a los votantes conservadores que apoyaron a grupos de extrema derecha como Sanseito en las elecciones parlamentarias de julio. Pero el LDP también necesita la ayuda de la oposición a la que ha descuidado durante mucho tiempo. El partido probablemente buscará expandir su coalición actual con el centrista moderado Komeito, junto con al menos uno de los principales partidos de oposición, que son más centristas. Takaichi apoya el gasto fiscal para impulsar el crecimiento. Al igual que los otros candidatos, se describió a sí misma como una conservadora moderada durante la campaña para mostrar su voluntad de trabajar con la oposición y evitó enfatizar su oposición a cuestiones sociales liberales o políticas anti-China. El sábado dijo que la cuestión de Yasukuni no debería convertirse en un tema diplomático y que consideraría cómo rendir homenaje a los fallecidos en la guerra y orar por la paz. Apoya un mayor gasto fiscal para el crecimiento, un ejército más fuerte y ciberseguridad, así como regulaciones más estrictas sobre el incremento de turistas extranjeros y trabajadores. Fue criticada por citar informes no verificados para criticar a los extranjeros por patear ciervos en Nara, su ciudad natal, y por sugerir que muchos delincuentes extranjeros evitan el procesamiento debido a la escasez de traductores. Expertos dicen que los candidatos evitaron discutir temas políticos típicos como cuestiones históricas, el matrimonio entre personas del mismo sexo y otros temas controvertidos, incluida la controversia de los fondos políticos del partido, que fue la mayor causa de sus pérdidas electorales, y las medidas anticorrupción. La evasión de estos temas generó dudas sobre la capacidad del partido para recuperar la confianza del público, dijeron analistas.