La Comisión Europea propondrá medidas para endurecer la postura de la Unión Europea sobre la migración en respuesta a la presión de los gobiernos de todo el bloque para los que los inmigrantes irregulares se han convertido en un importante problema político y de seguridad, informó Reuters. Ursula von der Leyen, quien encabeza el brazo ejecutivo de la Unión Europea, escribió a los líderes de la UE que se reunirán el 17 y 18 de octubre para discutir la migración que la Comisión Europea tiene la intención de abordar 10 temas para ayudar a los 27 países del bloque a enfrentar los desafíos migratorios. "En el marco del próximo mandato, la Comisión ... continuará ... asegurando una postura justa y firme sobre la migración, abordando lo que se considera ampliamente como un problema europeo", escribió. El nuevo mandato de la Comisión Europea probablemente comience el 1 de diciembre. Los inmigrantes irregulares que llegaron a Europa el año pasado fueron menos de un tercio del millón de personas en el pico de la crisis migratoria en 2015. Pero la migración sigue siendo un tema muy sensible, que influye en las elecciones en la mayoría de los países europeos y alimenta el sentimiento de los votantes de extrema derecha. En mayo, la UE acordó un nuevo conjunto de reglas y procedimientos para lidiar con la migración El acuerdo, denominado Pacto de Migración, no se espera que se implemente por completo hasta mediados de 2026, lo que deja al bloque frente a un difícil período de transición. En su carta a los líderes europeos, von der Leyen sugirió acelerar la implementación del pacto para ayudar a los gobiernos a gestionar mejor sus sistemas de registro y admisión de refugiados. Esto ayudaría a los procedimientos de asilo en casos de violaciones de seguridad y solicitudes de asilo abusivas o infundadas en las fronteras, dijo, y eliminaría las lagunas entre los procesos de asilo y retorno. También sugirió más acuerdos con los países de los que llegan o transitan migrantes para detenerlos allí, similares a los acuerdos de la UE con Turquía, Túnez o Libia, cuyos gobiernos reciben dinero de la UE para luchar contra los cruces fronterizos ilegales y el contrabando. Von der Leyen mencionó a Egipto, Marruecos, Argelia, Mauritania, Senegal y Mali como países con los que la UE debería cooperar.