El proyecto Encrucijada de la Paz del Gobierno de la República de Armenia también está dedicado a ese futuro. El objetivo del proyecto no es sólo abrir rutas de automóviles, ferrocarriles y otras comunicaciones de transporte entre Armenia y Azerbaiyán, sino también garantizar la comunicación entre Armenia, Azerbaiyán, Turquía y toda la región, así como crear oportunidades para el paso de tuberías y cables y, en última instancia, brindar oportunidades para los contactos entre los pueblos, que es un factor clave y crítico para el establecimiento de la paz. El Primer Ministro armenio, Nikol Pashinyan, afirmó esto durante su discurso en la 79ª sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York el jueves. El señor Pashinyan añadió: "Un factor clave para la paz y el desarrollo es que todo esto se lleve a cabo con el debido respeto a la soberanía, jurisdicción e integridad territorial de los países, sobre la base de los principios de igualdad y reciprocidad, y estamos dispuestos a abrir nuestras comunicaciones de transporte tanto con Azerbaiyán como con Turquía, así como con nuestros otros vecinos y socios. Y estamos dispuestos a hacerlo hoy mismo. Hoy mismo. Por cierto, la Encrucijada de la Paz puede convertirse en parte del Corredor Medio, asegurando una mayor velocidad y eficiencia del paso de mercancías por él. La República de Armenia está dispuesta a garantizar plenamente la seguridad del paso de mercancías, vehículos y personas en su territorio. Es nuestro deseo, nuestro compromiso y podemos hacerlo. Por cierto, todas esas afirmaciones de que Armenia ha acordado en algún lugar, en algún documento, que terceras fuerzas garanticen la seguridad de las comunicaciones en su territorio, son simplemente una distorsión de la realidad. El compromiso de Armenia es claro: garantizar la seguridad de las mercancías, los vehículos y las personas en su territorio y lo garantizamos. Honorable Presidente, señoras y señores, Hoy no quiero enviar ningún mensaje negativo, preocupante o pesimista, no porque no existan, sino porque el proverbio armenio dice: “Digamos lo positivo para estar bien”, es decir, cuando se habla en positivo, las cosas buenas tienden a convertirse en realidad. Puede ser que exista un dicho similar en Azerbaiyán, Turquía, Irán, Georgia y en otros países del mundo, y todos lo consideren propio. Pero “Digamos lo positivo para estar bien” no se trata de decir palabras vacías. Por supuesto, uno debe trabajar duro y, a veces, tomar decisiones difíciles. En mi discurso, expuse todas las circunstancias que me dan una razón para hablar en positivo, para estar bien frente a este distinguido auditorio. Y si nos basamos en estas circunstancias, sucederán cosas buenas, iniciando un proceso de reducción de las circunstancias que generan lo negativo”.