Según los resultados de una investigación publicada en la revista Nature Cities, solo una pequeña parte de las 10.000 ciudades del mundo pueden considerarse ciudades a las que se puede llegar caminando en 15 minutos. Los investigadores utilizaron datos abiertos para calcular la distancia promedio que las personas deben caminar o ir en bicicleta para acceder a servicios esenciales, incluidos supermercados, escuelas, hospitales y parques, y calcularon la proporción de residentes que tienen todo lo que necesitan cerca. Los investigadores seleccionaron 54 ciudades para un estudio detallado y descubrieron que las ciudades europeas de tamaño medio, a saber, Zúrich, Milán, Copenhague y Dublín, eran las más accesibles, ya que más del 95% de los residentes llegaban a los lugares de servicio clave en 15 minutos. Al final de esta clasificación se encuentran las principales ciudades norteamericanas, a saber, San Antonio, Dallas, Atlanta y Detroit, con una alta dependencia de los automóviles. Las ciudades más pequeñas tienen tasas más altas, pero los investigadores han descubierto que en algunas grandes metrópolis, en particular Berlín y París, más del 90% de los residentes pueden llegar al servicio que desean en 15 minutos a pie. Los autores del estudio desarrollaron un algoritmo para determinar cuánto tendrían que cambiar estas ciudades para ser más accesibles. Como resultado, descubrieron que Atlanta necesitaría reubicar el 80% de sus instalaciones para lograr una distribución uniforme por residente, mientras que París solo necesitaría reubicar el 10% de sus instalaciones. Pero los investigadores advierten que hacer que una ciudad sea más accesible no es suficiente para que los residentes dejen de depender del coche privado. Los Países Bajos cuentan con una de las mejores infraestructuras para bicicletas de Europa, al tiempo que tienen más coches per cápita que países rurales como Irlanda y Hungría. En Zúrich, donde el 71% de los residentes votó a favor de una propuesta para construir 50 km de infraestructura para bicicletas para 2020, los residentes locales llevan mucho tiempo quejándose de la falta de carriles bici y de los peligros para los ciclistas.