En el sur de Alemania se han desenterrado pozos de peste que contienen los restos de al menos 1.000 víctimas, informa Live Science. Los pozos juntos podrían formar la fosa común más grande jamás descubierta en Europa, dicen los arqueólogos, informó Live Science. Las excavaciones, que se llevaron a cabo antes de los trabajos de construcción en la ciudad de Nuremberg, revelaron ocho pozos, cada uno de ellos repleto de cientos de esqueletos pertenecientes a adultos, niños y bebés que datan de finales del siglo XV y principios del XVII. Los arqueólogos también encontraron fragmentos de cerámica y monedas de plata en dos de los tres pozos que terminaron de excavar. La datación por radiocarbono reveló que la cerámica coincide con brotes de peste que ocurrieron entre 1622 y 1634, mientras que las monedas datan de alrededor de 1619, según un comunicado emitido por la empresa de excavaciones arqueológicas In Terra Veritas. Nuremberg sufrió una serie de brotes de peste entre 1533 y 1634 que en conjunto cobraron la vida de aproximadamente 30.000 personas, según el comunicado. Mientras los cuerpos se amontonaban, las autoridades ordenaron que fueran enterrados en fosas comunes fuera de los cementerios de la ciudad.